El Grupo Ecologista CÓNDOR viene denunciando, sin ningún efecto, la picaresca urbanística de vecinos que vienen desarrollando en terrenos protegidos, principalmente en la localidad almeriense de Paterna del Río, aunque se dan también en otros municipios de la Alpujarra almeriense, aunque en menos escala, dentro del Parque Natural de Sierra Nevada. Las obras consisten en edificaciones destinadas a segunda residencia, vallados y otras edificaciones, realizadas principalmente por residentes en la Capital. La forma para conseguir el permiso de forma legal es solicitándolo para la construcción de una pequeña nave para usos agrícolas, cosa que sí es legal, y una vez con este permiso en la mano las obras acaban conformándose como un enorme chalet en medio del campo para usarlo los fines de semana, con lo cual se transgrede la normativa urbanística flagrantemente. Lo curioso es que el Ayuntamiento de Paterna del Río hace la “vista gorda” y no lo denun-cia, aprobándolo de hecho, con lo que se viene a hacer cómplice del delito. Pero la cosa no acaba ahí y las Consejerías de Medio Ambiente y de obras Públicas no hacen tampoco caso de estas denuncias y también hacen la “vista gorda”, trasladando la responsabilidad al Ayuntamiento, aunque este no cumpla con la normativa del suelo.
La zona más castigada y denunciada es el Camino de la Balsa Grande, en la que re-cientemente se han levantado varias de estas edificaciones incluso empieza a tomar forma ya de núcleo urbano. Todo esto genera un fuerte impacto sobre el medio, ya que aparte de la degradación paisajística, se está destruyendo la vegetación de la zona, convirtiéndose, además, en un foco de contaminación al no tener ningún sistema de recogida de aguas residuales ni de basura. Hay que señalar, también, que junto con las edificaciones se están levantando nuevos tendidos eléctricos para darles este servicio, lo que supone un elevado impacto ambiental y paisajístico.
Por si lo anterior fuera poco, algunos propietarios están levantando vallados, en un castañar centenario, que suponen un fuerte impacto paisajístico aparte de un obstáculo para los desplazamientos de la fauna silvestre.
Las expectativas de edificar han supuesto una fuerte revalorización de los terrenos, que en la actualidad se están vendiendo a precios de terreno urbanizable.
Desde el Grupo Ecologista CÓNDOR se espera que las autoridades de Medio Am-biente y de Obras Públicas arreglen este problema, ya que no tienen ninguna esperanza con que el Ayuntamiento de Paterna haga algo por ello, pues lo consideran fácilmente maleable. Esperando, asimismo, que se sancione contundentemente a los infractores y se devuelvan los terrenos a su estado originario. Pues de no se esto así la política de los “hechos consumados” se va a instaurar de una forma muy grave en esta zona.