El Club de Montañismo Cóndor ha realizado en estos días una serie de ascensiones en los Alpes Julianos, zona de este macizo que se adentra en Eslovenia. Uno de los objetivos era conseguir la cumbre de la montaña mítica del país (incluso figura en el escudo del país), el Triglav, que es la montaña más alta de Eslovenia, así como también de todos los Alpes Julianos. Su nombre significa, tres cabezas, haciendo referencia a creencias eslovenas de un dios de tres cabezas que dominaba el cielo, la tierra y el infierno, y que hizo que nadie pisara su cima hasta el año 1778. Desde el S. XIX, subir al Triglav, se convirtió en un reto para todos los eslovenos. Y la tradición continúa. Todo autentico esloveno, debe subir una vez en la vida. El Triglav está incluido en el único parque nacional del país, el Triglavski Narodni Park, zona protegida desde el año 1.924 y que cuenta con cerca de 85.000 ha. De picos escarpados y calizos, alberga una gran diversidad de especies, tanto vegetales como animales.
Para subir al Triglav hay distintas opciones y posibilidades, dependiendo tanto de la meteorología como del refugio que sirva de punto de partida para la ascensión final, como de la duración de la misma En este caso, optamos por la subida y bajada al refugio Triglavski, lo cual suponía mayor dificultad tanto técnica como física.
La aproximación discurrió por un hermoso valle de la vertiente nordeste, el Valle de Krna. Comenzando el recorrido a unos 1.000 metros de altura, en unas praderas desde las que ya se perciben las impresionantes paredes de roca que flanquean la parte alta del valle. Es una tranquila, apacible y fría mañana, todo invita a caminar, el sendero asciende al principio lentamente, siguiendo el fondo casi plano de un perfecto valle glaciar. A poco de comenzar se interna en un hayedo, sombrío y húmedo, al que más tarde sustituirá un bosque de confieras. Al salir del bosque, la ladera se empina y el sendero zigzaguea hasta ganar sucesivos rellanos y, finalmente, el gran collado que se adivina sobre nuestras cabezas, hasta aquí el frío se dejaba notar hasta calar los huesos. Se continúa dejando a la izquierda unas vertiginosas paredes calizas, sumidas en sombra, la vegetación ahora está compuesta por pino rastrero, que gracias a los senderos es posible atravesar. Llegamos al refugio Vodnikov Dom, situado a 1.805 metros, realizando una comida ligera para recuperar fuerzas. Continuando el sendero se alcanza el collado de Konjsko, punto donde confluyen varios caminos. Uno de los senderos sigue ascendiendo hacia el oeste al Refugio Dom Planika, otro continúa hacia el Triglavski Dom y por él proseguimos, estamos a 2.020 metros de altitud, las fuerzas comienzan a flaquear, han realizado un desnivel de 1.000 metros, pero al contemplar las inmensas y bellas panorámicas desde esta altura se recuperan fuerzas. Es temprano son las diez de la mañana y queda una hora del Refugio Triglavski Dom, situado a 2.515 metros, al que el grupo llega disperso y con las fuerzas muy justas. En esos momentos la mirada ha quedado hipnotizada, fija en una sola dirección, la mole del Triglav, que justo a al lado se levanta como una muralla que encerrase algún enigma. En este refugio recuperan fuerzas de nuevo, se hidratan y toman algo de comida, están a punto de llevar a cabo el tramo final, es temprano, son las doce del mediodía, la cumbre sólo a hora y media de ascensión. Y allá van, siempre con la incógnita de las posibles dificultades e imprevistos que pudieran surgir, especialmente en la parte alta, que se adivina sobrecogedora.
Y así es, efectivamente. La progresión hacia la cumbre les lleva primero a la cima del Mali (pequeño) Triglav y continúa después por una espectacular cresta cimera, algunos tramos con vía ferrata (equipada con cables de acero) que facilitan la ascensión al evitar la colocación de cuerdas. Desde aquí se puede ver ahora el último escalón, y se percibe la cumbre con las profundidades del valle de Vrata, situado bajo la impresionante cara norte del Triglav. Mil setecientos metros de desnivel los separan de su base. Ponen, al fin, el pie en la cima del Triglav (Stancevo Zavestice), con 2.864 metros de altitud, a las catorce horas. Las bajas temperaturas no permiten estar mucho tiempo allí, pero lo suficiente para descansar un poco y disfrutar de las vistas impresionantes que ofrece esta cima, hacia el oeste se divisa otro valle profundisimo, es el valle del río Soca, mirando al sur el Mar Adriático, al norte, el Skrlatica, la segunda cumbre de los Alpes Julianos, con perfiles tan bellos que parecen invitarnos a otra pequeña aventura. Y, mas allá, muy lejos, los glaciares del Tirol Austriaco. Es un goce contemplar estas maravillosas vistas, pero el frío y el saber que en un par de horas llegará la oscuridad de la noche les hace recordar que hay que iniciar el descenso, cuyo desnivel no lo iba a hacer nada fácil. Del resto de actividades por Eslovenia cabe destacar los lagos de Bled y Bohinj en el Parque Nacional de Triglav y su ruta por el río Vintgar, los montes Karavanke, la Gran Ruta de los Alpes Julianos, Kranjska Gora y el valle del Soca y las espectaculares cuevas de Postojnao.
Los montañeros del equipo son Domingo Ibáñez, Antonio León, Gurí, Jesús, Mañas, Paco Ruiz y Juan Pedro.
Esta actividad ha sido organizada por el Club de Montañismo Cóndor y es la consecuencia de la trayectoria que este Club lleva a cabo en la promoción del Montañismo durante 30 años ya.