El Grupo Ecologista CÓNDOR ha participado en la Marcha en defensa del litoral que se ha desarrollado en Cabo Cope, Murcia, este pasado fin de semana y que ha sido organizada por 54 colectivos sociales y ecologistas de la región de Murcia, para protestar sobre la destrucción masiva del litoral que se viene padeciendo. Ha tenido una gran repercusión ya que los asistentes superaron el millar a pesar del calor reinante.
Esta marcha en la comunidad vecina ha contado con el apoyo, colaboración y participación de colectivos ecologistas almerienses, en concreto del mencionado Grupo CÓNDOR así como de la Plataforma Salvemos Mojacar, pues esta grave problemática afecta también a la provincia de Almería de un modo importante. Es por ello que todos estos colectivos vienen aunando sus esfuerzos desde hace ya tiempo para presentar un frente común ante este grave problema medioambiental. Como nota curiosa de esta manifestación cabe citar la contra-manifestación que realizaron los agricultores de la zona que acudieron con sus tractores a enfrentarse a los manifestantes en defensa de sus intereses, ya que están vendiendo el suelo agrícola a los promotores para hacerlo urbanizable. No se produjeron incidentes de consideración.
El urbanismo en el litoral se ha convertido en uno de los problemas medioambientales de la provincia de Almería en los últimos años y tiende a empeorar esta situación, que promovida por los intereses de los constructores es amparada y apoyada por las administraciones correspondientes, principalmente por los Ayuntamientos que son más fáciles de “presio-nar”. Todos los municipios costeros almerienses han sucumbido a estos intereses, aunque no todas las situaciones son las mismas.
En el término municipal de Vera se están llevando a cabo proyectos como el denominado “Sistemas Generales de la Costa de Vera”, promovido por el Ayuntamiento de Vera, de más de treinta mil nuevas viviendas, lo que está llegando a colapsar la capacidad natural de toda esta zona, resultando una masificación tanto urbanística como humana que destruye su encanto natural.
Este macroproyecto turístico va suponer la ocupación y destrucción de 650 hectáreas de costa. Hecho que, además, contribuirá a la creciente demanda de más agua. Con este nuevo atropello a esta zona natural el Ayuntamiento de Vera, con su alcalde Félix López a la cabeza, vuelven a evidenciar su total desprecio a la protección de la Naturaleza y a favor del urbanismo desmesurado y de la especulación que solo beneficia a unos pocos. Todo este proceso urbanístico está destruyendo poco a poco todo el litoral y va a desembocar, en un futuro no muy lejano, a su total destrucción y desaparición.
Un enorme problema que tiene esta zona del levante almeriense es que está en zona inundable, efecto muy difícil de solucionar, salvo que se realicen grandes obras de canalización, lo que vendría a ser muy costoso para las arcas públicas y una solución nunca suficiente ni segura. Pues el río Antas ya se ha desbordado por esta zona varias veces con consecuencias catastróficas, hechos que, parece ser, ya están olvidados por la Corporación Municipal, y aunque algunas voces señalen que la evacuación de aguas pluviales se va a resolver con estaciones de bombeo, no deja de sonar a chiste, pero de humor negro.
A todo lo señalado hay que añadir que de desarrollarse estos macroproyectos urbanísticos supondrían un enorme cre-cimiento de la población, a lo que la comarca no esta preparada, pues se tendría que aumentar la dotación de hospitales, colegios, centros sociales, carreteras, etc. Todo lo que supondría un aumento considerable de inversión de dinero público para respaldar a las inversiones privadas.
En el término municipal de Cuevas del Almanzora pasa algo parecido, el Alcalde Jesús Caicedo está favoreciendo una enorme concentración urbanística y destruyendo un entorno natural privilegiado con una política basada exclusivamente en la especulación y el lucro, y caracterizada por la proliferación de construcciones en suelo no urbanizable con la excusa de un desarrollo mal entendido, con el que quiere justificarse ante la opinión pública, asimismo ha permitido y favorecido la destrucción y el deterioro de bienes culturales en su Municipio a manos de constructores desaprensivos.
En Mojácar es inconcebible ver como la complicidad de las autoridades municipales con los especuladores urbanísti-cos es total, ya que además del desarrollismo desmesurado que se da en los municipios anteriormente citados, aquí podemos evidenciar que es el propio Ayuntamiento de Mojácar el que abandera la ocupación urbanística del cauce público de la rambla de Macenas por parte de constructores privados, más grave es que cuenten con la complicidad de la Junta de Andalucía y de la Confederación Hidrográfica del Sur.
El caso de la Urbanización Playa Serena Sur, en Roquetas de Mar, de más de cuatro mil nuevas viviendas, es de simi-lares características, Este macroproyecto turístico va suponer la ocupación y destrucción de 672.417 metros cuadrados del entorno natural del Paraje de Punta Entinas-Sabinar. Hecho que se agrava al incluir en este proyecto un nuevo campo de golf que contribuirá a la creciente demanda de más agua. Con este nuevo atropello a este reducto natural el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, con su alcalde Gabriel Amat a la cabeza, vuelven a evidenciar, también, su total desprecio a la protección de la Naturaleza. Todo este proceso urbanístico está acorralando a este Paraje Natural y lo está convirtiendo en una “isla” rodeada de invernaderos y de edificios, lo que llevará, en un futuro no muy lejano, a su progresiva y total destrucción y desaparición.
Ante semejantes destrozos, el Grupo Ecologista CÓNDOR quiere mandar un mensaje de concienciación y consejo a todos los amantes de la naturaleza y organismos decisorios para que huyan de la demagogia que utilizan estos Ayuntamientos para fundamentar la destrucción de estas zonas naturales, basándose en un desarrollo económico que solo beneficia a unos pocos (constructores y políticos que los apoyan y favorecen). Pretendiendo, asimismo, hacer recapacitar y realizar una llamada a la conciencia ambiental de los políticos y organismos competentes para que con una rotunda negativa paralicen las actividades destructivas que se pretenden llevar a cabo en nuestro litoral.